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martes, 4 de enero de 2011

Propuesta para ser incluida en la Consulta Popular sobre seguridad Diferenciación de los sujetos involucrados en la problemática del tráfico de Droga

Propuesta para ser incluida en la Consulta Popular sobre seguridad
Diferenciación de los sujetos involucrados en la problemática del tráfico de Drogas para luchar en contra de la criminalización de la pobreza


Agradecidos y satisfechos, aunque en la misma medida atentos e inquietos recibimos con alegría la posibilidad cierta de lograr la abolición definitiva de las Corridas de Toros en nuestro país como aporte para seguir construyendo formas no violentas de resolución de conflictos en nuestras relaciones sociales. Esto no significa que descuidaremos nuestras otras banderas de lucha y nuestra actitud vigilante frente a la acción del gobierno.


Conscientes de que la seguridad de una comunidad no puede estar basada en la represión, pues como claramente lo prueban sus resultados en países en donde se aplica esta anticuada receta, hacemos una propuesta que permita avanzar hacia una sociedad menos violenta a todo nivel.


Hoy los que más vociferan por la entrada libre de refugiados colombianos a nuestro país, son los mismos que pretenden aplicar las mismas políticas de represión y violencia que han degenerado en una guerra en nuestro hermano país. Enfermos que quieren encarcelar a nuestro niños para evadir su responsabilidad, sabiendo que la miseria es el peor tipo de violencia que existe.


La reflexión es sumamente sencilla, cuantas mas armas existan más disparos se suceden. Pensemos así en realidades de extrema violencia como las que se viven en Estados Unidos, donde las políticas de cero tolerancia vinculadas con la potestad constitucional de tener una arma en cada casa, lo único que logran es generar una de las sociedades más violentas de mundo. Cabe recordar a enfermos que violan y secuestran durante años a sus propios hijos y nietos, o aquellos niños que fuertemente armados disparan contra sus compañeros de escuela.


Solo para graficar de una manera más eficiente el rotundo fracaso de lo que se conoce como la ilusión represiva, pensemos en sociedades ultraviolentas como México o Brasil: y sin ir mas lejos pensemos en las décadas de aplicación de políticas de represión y terror en la provincia del Guayas por parte de las administraciones social-cristianas, que han logrado que sea en ésta provincia y específicamente que Guayaquil sea la ciudad en donde más atentados contra la vida se cometan.


La represión funciona solo durante el tiempo que los delincuentes encuentran una forma de evadirla o encontrar una respuesta eficiente contra ella, que como lo demuestra la realidad en la mayoría de los casos se convierte en más y más sofisticada violencia. La represión nunca se constituye en una solución de fondo.


Contrarios totalmente al endurecimiento de penas como solución a la inseguridad, cuyo origen señalamos está en la desigualdad y en la miseria. Proponemos una solución de fondo, que si bien, al principio implicará un gran esfuerzo para nuestra sociedad es también una solución real que aportará objetivamente a solucionar el tema de la violencia social.


Consideremos así que lo que hemos denominado resentimiento social profundo, aquel odio encarnizado contra la sociedad que hace que no solo te roben el celular o el reloj, por una supuesta necesidad sino que te apuñalen y maltraten, surge de una relación en extremo violenta entre el individuo, la sociedad y sus instituciones. De tal manera que esta profunda enfermedad que se genera en todas las clases sociales, se ve reforzada en la prisión.


Pensemos ahora en que la mayor parte de la parte de la población carcelaria en nuestra país, ha sido privada de su libertad por temas relacionados con el consumo, transporte o expendio de drogas. Política imperial impuesta para reforzar la dinámica de uno de los negocios más rentables del mundo actual: el tráfico de drogas. Consideremos también que el principal país consumidor de estupefacientes a nivel mundial, es precisamente los Estados Unidos de Norteamérica.


Afirmamos que lo que existe en nuestro país, es una criminalización de la pobreza, pues aquella persona que es detenida, y entra dentro del sistema de corrupción tanto de la Policía como del Sistema de Justicia, es tratada aquí según su condición social y sobre todo según la capacidad que tenga para coimar o sobornar en primer término al policía que lo ha detenido y después al juez o al fiscal que lleva su proceso, dejando así presos a los que no tienen dinero para practicar este soborno, pues los grandes narcotraficantes casi nunca sufren represión en este proceso, dada su ilimitada capacidad de influir en el sistema al más alto nivel.


Entonces un consumidor, una mula, o expendedor minorista sin capacidad económica, ni influencia dentro del sistema de justicia se quedará irremediablemente preso dentro de este sistema de corrupción, agudinzandose en este ser, aquello que hemos llamado resentimiento social profundo contra la sociedad, mismo que se verá expresado en grandes cantidades de violencia contra la misma, después y durante su injusta detención, sobre todo si pensamos que nuestra amada Constitución dice:


Art. 364.- Las adicciones son un problema de salud pública. Al Estado le corresponderá desarrollar programas coordinados de información, prevención y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias estupefacientes y psicotrópicas; así como ofrecer tratamiento y rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos. En ningún caso se permitirá su criminalización ni se vulnerarán sus derechos constitucionales.


El Estado controlará y regulará la publicidad de alcohol y tabaco.


Es en la prisión en donde como se dice comúnmente el infractor se convierte en delincuente y es precisamente, es la prisión la universidad del crímen, allí en donde cualquier indicio de resentimiento social se convierte en una incesante capacidad de producir violencia contra la misma sociedad que generó esta inconformidad, nacida con base en la injusticia, la falta de oportunidades y sobre todo la miseria y la desigualdad.


Pensemos ahora que el Alcohol según varios estudios, es una droga más dañina y peligrosa incluso que la heroina y el crack1, y que considerando que una de las principales causas de muerte en nuestro país, son los accidentes de transito en su mayoría relacionados con esta peligrosa droga, vemos no solo que se comete un genocidio silencioso, mismo que tampoco podrá ser remediado mediante la represión, sino que miles de personas están detenidas por el tráfico y consumo de drogas blandas, mientras la droga dura de más peligro para la sociedad es comercializada libremente. Cometiéndose así una terrible injusticia contra un grupo social determinado: los pobres de nuestro de país.


Para reducir los niveles de inseguridad proponemos una política que combine una legislación que evite que más personas pobres relacionadas con la problemática de las drogas vayan a la cárcel; combinada con una minga nacional permanente de concientización y acción sobre el gravísimo problema social que es el alcoholismo y toda la violencia social que éste desata.
Cumpliéndose así lo que reza nuestra Constitución, para esto proponemos diferenciar entre las siguientes condiciones dentro de la problemática del narcotráfico:


Consumidor,
Expendedor,
Mula,
Productor,
Narcotraficante,
y otras que puedan ser necesarias en una diferenciación general...
Diferenciación basada en los siguientes criterios:
Cantidad de Droga encontrada al momento de la detención
Examen Toxicológico de la sangre de la persona
Estudio psico-socio-cultural y económico del individuo


Para esto debe establecerse con urgencia en el código penal unas cantidades mínimas de consumo por cada sustancia, complementado esto con la potestad legal de las personas consumidoras para realizar su propia producción o cultivo personal de ser posible, para desligarlas así de la dinámica de violencia fruto del narcotráfico y debilitar las grandes redes de expendio.


Estos criterios nos permitirán por un lado diferenciar los actores de ésta problemática, evitando que los infractores o peor aún los consumidores enfermen aún mas en la violencia y corrupción de nuestro sistema de justicia o en las redes del narcotráfico, así mismo, nos permitirá dar oportunidades y mejor tratamiento a aquellas personas que por escapar de un contexto de miseria deciden mejorar sus condiciones de vida tranportando o vendiendo estupefacientes.


Además ésta política pública tiene la ventaja de aliviar la presión sobre el sistema carcelario ecuatoriano, de tal manera que las personas privadas de su libertad puedan recibir un tratamiento al menos humano, ahorrándole además al Estado grandes cantidades de dinero, que podrían ser invertidas en solucionar el grave problema social causado por el alcoholismo generalizado de nuestra sociedad; además de generar un sistema de contención necesario para prevenir la resolución violenta de conflictos en nuestros barrios y comunidades.


Esperamos que esta propuesta pueda ser discutida por la sociedad entera para posteriormente ser incorporada a la propuesta de Consulta Popular que se hará en estos días por parte del Ejecutivo.


Aportando así con la construcción de una sociedad mas justa, DiablUma insiste en la obligación de construir tejido social y organización popular que puedan generar las grandes mingas que el país necesita para consolidar y profundizar el proceso de transformación que vivimos, pues con la sola enunciación en las leyes no se solucionan nuestros problemas, tiene que existir una sociedad civil con la capacidad que solo da la organización para hacer cumplir un sistema de leyes generado en el debate de toda la sociedad y no solo de sus falsos representantes.


DiablUma
Organización Político Cultural de Izquierda Radical


1 Según un estudio de la Revista Médica Británica The Lancet en Ranking basado en categorías como: mortalidad a causa directa del consumo, mortalidad derivada del consumo, daño directo a causa del consumo, daño derivado del consumo, dependencia, discapacidad mental a causa del consumo, pérdida de capacidades de la percepción, daño a las relaciones personales y lesiones, crimen, conflicto familiar, daño al entorno cercano, daño al conjunto de la sociedad, coste económico y deterioro de la cohesión comunitaria.; el Alcohol alcanza 72 de daño, puntos mientras que la Mariguana alcanza 20 puntos, y el Tabaco también de venta libre en nuestro país, alcanza 26 y la Cocaina 27 puntos en cuanto a peligrosidad y daño tanto individual como social.
http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(10)61462-6/fulltext / http://www.forodeseguridad.com/artic/discipl/4184.htm .

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